Alemania como vivienda de construcción antigua (y la industria de engranajes como riesgo)
Mis amigos Ana y Miguel me invitan a su nueva vivienda en Lisboa. Tiene un suelo de madera digno de ver, y en el lado izquierdo del pasillo, que comunica con todas las habitaciones, se suceden hornacinas iluminadas llenas de retratos de familiares que abarcan todas las décadas del siglo pasado; las salas son altas, las manillas para abrir las ventanas tienen un aire casi barroco, y los baños parecen sorprendentemente pequeños.
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