La democracia es un astro muerto en tanto se la considere sólo desde el punto de vista de sus instituciones y su vida oficial. Hoy, es necesario repensarla por completo en función de los movimientos de protesta abiertos en el seno de la sociedad, los cuales ponen en solfa de forma radical las normas comunes. Algunas de dichas propuestas tienden a considerarse como una búsqueda de la normalidad. En el ámbito del trabajo, las movilizaciones de los parados se analizan en relación con su deseo de volver a integrarse plenamente en la sociedad. El contenido de la protesta se convierte así en una adaptación mediante otras vías. Pero dichas protestas tienen asimismo un significado emancipatorio portador de la idea de que todas las vidas comparten la misma dignidad: es esta idea la que he decidido denominar «hipótesis democrática».
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