Más ficción, por favor

© Maria Gargot
Ficción tiene que ver con fingir. Se finge por muchos motivos, pero el más noble de todos es sin duda el fingimiento de la ficción. También se deja uno persuadir o seducir por muchos fingimientos ajenos, y también los de las ficciones son los más incruentos y menos dolosos. No sólo eso, los más placenteros. Se trata de fingimientos lúdicos, ya que no comprometen seriamente nuestra integridad personal ni están dirigidos o causar nuestro mal o a engañarnos sobre una situación de hecho: son puros juegos de la imaginación. Nos imaginamos que el capitán de un ballenero, vengativo y enloquecido, persigue por los siete mares a un cachalote blanco.
Puedes consultar el sumario aquí: #40 / Marzo-Abril
Raúl Rodríguez Ferrándiz, Más ficción, por favor
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